La Banda Porota nace el año 2015 en Algarrobo a partir de la unión de la geografía y la música, la profesiones de base de los fundadores, compositores y autores Simone Bezamat Walters y Sergio «Fito» Gómez Villalobos. Sus letras hablan de las nuevas experiencias que vive una pequeña niña llamada Porota, primera hija de ambos, quien comienza un viaje geográfico-musical donde el medio ambiente y su cuidado cobran un rol fundamental.

El trabajo, que tiene como base instrumental la música popular y ritmos tradicionales, se ha presentado en vivo con sus fundadores acompañados de banda en diversos formatos, llevando su música a teatros, plazas, ferias costumbristas, destacando escenarios como Lollapalooza, Festival Udara Cultura, mujeres y rock, GAM, Festival tambores de otoño en Copiapó, entre otros.

Su primer disco Jugar por naturaleza (2018) es el descubrimiento del mundo natural donde la niña experimenta por primera vez fenómenos naturales como un temblor, fuertes vientos o salir a acampar. En el segundo disco Plaza Mirasol (2022), Porota, la niña, está más grande, tiene apreciaciones y reflexiones como “¿De dónde viene el agua de mi lugar?” o “¿Por qué las aves vigilan el humedal?”. Ya en el tercer disco, En Mi Jardín, que se debe lanzar el segundo semestre del año 2024, Banda Porota acompaña también el descubrimiento de la naturaleza en cada uno de nosotros, aprendiendo que crecer es también escucharnos, aceptarnos y confiar en nosotros mismos.

Banda Porota fue nominada a los Premios Pulsar 2023 de la música chilena en la categoría de Mejor artista de música para la infancia por el disco Plaza Mirasol y se ha adjudicado el Fondo para el Fomento de la Música Nacional con el cual ha podido realizar videoclips y la producción de su segundo y tercer disco. 

Su incursión en la música para la infancia nació por la inspiración que surgió de acompañar el descubrimiento de la naturaleza y el territorio de las hijas de sus fundadores mientras crecían. La naturaleza y el territorio son la inspiración por lo cual se dieron cuenta que la música se convierte en una herramienta para la educación ambiental y educación patrimonial. 

Simone crea las letras de manera conjunta con la melodía, le da un título momentáneo a lo que quiere contar para crear la atmósfera y como un juego de palabras tras palabras nace la canción. Por su parte, Fito hace los arreglos dependiendo de lo que sugiera la melodía en ritmo y métrica o explorando algo nuevo propuesto por ambos. En otras ocasiones, en las que compone Fito, el trabajo es al revés donde se presenta la música, luego la melodía y al final la letra. Lo entretenido es que este «juego» o trabajo de componer es ir aportando para un lado u otro en letra y música .